28 de febrero de 2010

Calendarios fenológicos



Los calendarios astronómicos se basan en los solsticios y los equinoccios para fijar las cuatro estaciones mientras que los meteorológicos utilizan datos de temperaturas y precipitaciones. Y luego están los calendarios fenológicos, hoy en desuso, que se basan en observar la naturaleza y detectar los fenómenos recurrentes que se producen año tras año con el paso del tiempo atmosférico (cambios morfológicos y fisiológicos en las plantas y animales, cambios en la composición de los ecosistemas, migraciones). Estos últimos me parecen fascinantes.

Hemos tenido un invierno más o menos normal, con muchos días de frío, lluvia y viento. Pero, esta semana, la media de las temperaturas (nocturna y diurna) ha superado los 7 ºC, (temperatura necesaria para iniciar la actividad vegetativa) y ha parado el viento. De esta forma, las plantas pueden florecer y los insectos polinizadores pueden volar.

De camino a casa, observo en silencio algunos indicadores primaverales:

- En los márgenes de los caminos florece el diente de león, los alfilerillos, los gallitos y las moricandias. Almendros pintados de blanco. Yemas nuevas en un fresno.

- Una pareja de abubillas vuela entre los bancales. El canto del mirlo al atardecer es territorial. Se ven tarabillas y verdecillos con mucha actividad.

- Primeras abejas que salen de la colmena, algunas tienen dificultades para volar. Larvas de mosquito en su última fase. Hormigas, filas de procesionaria y chinches.

El calendario fenológico más antiguo que se conoce aparece en el libro de Hesíodo (s. VIII a.C.) "Los trabajos y los días" en el que el inicio de la primavera se anuncia así:

"Cuando el que lleva la casa (el caracol) suba desde la tierra a las hojas huyendo de las Pléyades (principios de mayo), entonces ya no es época de cavar las viñas"

También los celtas utilizaban un calendario de este tipo, llamando a los meses según el nombre del árbol que florecía en ese momento. Por ejemplo, del 17 de febrero al 18 de marzo era el mes Nion porque florecía el fresno.


.... Los amantes del tiempo tienen parte de científicos y parte de poetas.

No hay comentarios: